Basílica de Santa Cruz en Jerusalén y Escalera Santa

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La Basílica de la Santa Cruz en Jerusalén y la Escalera Santa (Scala Santa)

El objetivo de la visita es coducir a los jovenes a una comprensión más profunda del evento historico de la pasión, muerte y resurrección de Jesús. Seremos compañeros de vieje de Santa Elena, madre del Emperador Constantino, que a sus 78 años no tuvo miedo de emprender un largo viaje, para recuperar las memorias de la fe cristiana en los lugares en los cuales Jesús transcurrió su vida. Podrémos ver los mudos tetigos de la muerte de Cristo: las reliquias de la cruz; en modo particular nos acercaremos a un testigo privilegiado de ese acontecimiento: la sabana santa, de la cual en esta basílica se conserva una reproducción exacta.

Otros puntos para reflexionar los tendremos visitando la tumba de Nennolina, una niña de seis años que supo afrontar el sufrimiento con mucho valor.

La Escalera Santa fue traida a Roma en el año 326, por voluntad de Santa Elena, madre del Emperador Canstantino, la cual ordenó que la desprendieran del palacio de Pilato, en Jerusalén. Esta escalera es la que Jesús subió y bajo dos veces el día que fue condenado a muerte. Santa Elena la donó después al Papa Silvetre I y él la colocó defrente a la original recidencia papal, hoy sustituida por el Palacio Lateranense, historicamente conocida como Patriarquiado.