Evangelio

vangeloTodas las veces que pensamos a la palabra “Evangelio” hacemos referencia a loa escritos redactados por los Apóstoles; o de algunos de sus disc¡pulos, en los cuales se anunciaba la noticia mas sorprendente de la historia: la muerte ha sido vencida por Jesucristo que murió y resucitó.

De cualquier foma la palabra “Evangelio” proviene del lenguaje imperial romano. Los emperadores se consideraban los salvadores y redentores del mundo; cada uno de los anuncios proclamados por el emperador, adquiria el valor de un evangelio, el buen anuncio, o sea, “mensaje salvador”, capaz de traer al mundo la salvación y la redención. En una inscripción de Priene, ciudad de Turquia, se habla de los “evangelios”; (ευαγγελια euangélia) de Cesar Augusto, o sea, de los “buenos anuncios” del emperador.; El procónsul de Asia, Paolo Fabio Massimo, propuso que el día del nacimiento del “divino cesar”, debía considerarse en cada provicia romana como año nuevo,; día en el cual todas las cosas tienen origen, el inicio de la vida y de la existencia felíz para cada hombre. Ha sido el divino Augusto quien terminó con la guerra y mantiene la estabilidad de la paz, él garantiza a cada hombre la posibilidad de existir,;; por esta razón,; el día natalicio se convierte en el princípio y la causa portadora de “buenos anuncios” y de esperanza para el mundo entero.

“Início del evangelio de Jesucristo, Hijo de Dios…” (Mc 1,1), de esta forma el evangelista Marcos inícia la redacción de su evangelio, el más antiguo de los cuatro evangelios, que fue escrito poco antes del año 70 d.c., y algunos años después de la muerte del apóstol Pedro, que sucedió en Roma en el año 64 d.c.

El evangelista Marcos, intencionalmente, utiliza el término “evangelio”y se lo atribuye a Jesucristo, Hijo de Dios.
El único y verdadero mensaje de salvación y rendención está en la persona de Jesucristo, el Dios que se hizo hombre y cambió la vida de los hombres, haciéndolos libres y llenos de esperanza.

La presunción del emperador de traer “buenos anuncios”; de salvación, es falsa, el emperador es solo un hombre que tiene una poder humano y no puede cumplir ningun tipo de salvación, solo la Palabra de Dios, que se hizo carne en la persona de Jesucristo, tiene el poder real de redimir al mundo.

Este es el verdadero “buen anuncio”: el pecado y la muerte; han sido vencidos de Cristo; por medio de su pasión y su Resurreción.

Ahora toca a nosotros, Cristianos del Tecer Milenio, dar testimonio; de este maravilloso anuncio.