Segundo día de la Novena

 

“Todos aquellos que se ponen bajo de mi manto verde de la misericordia serán ptoejidos directamente por mi”.

Meditación
La Virgen Maria es muchas veces invocada por la Iglesia con el titulo de Advocata, Socorro, Benefactriz y Mediatriz (cfr. CCC 696). Todavia, en las Tres Fuentes, Maria nos invita a buscar la protección bajo de su manto verde como hace un niño con su mamá para sentirse seguro. Entonces, ponemonos como niños bajo del manto de la Virgen y buscamos su protección, sabiendo que ella nos guardará y defenderá en las dificultades de la vida. En esta meditación de hoy, ponemos todos nuestros queriodos bajo la proteccion de la Virgen Santisíma, pidiendole de extender también a ellos su protección.

Enseñanza de la Iglesia
“El Rosario es a la vez meditación y súplica. La plegaria insistente a la Madre de Dios se apoya en la confianza de que su materna intercesión lo puede todo ante el corazón del Hijo. Ella es «omnipotente por gracia», como, con audaz expresión que debe entenderse bien, dijo en su Súplica a la Virgen el Beato Bartolomé Longo.[25] Basada en el Evangelio, ésta es una certeza que se ha ido consolidando por experiencia propia en el pueblo cristiano. El eminente poeta Dante la interpreta estupendamente, siguiendo a san Bernardo, cuando canta: «Mujer, eres tan grande y tanto vales, que quien desea una gracia y no recurre a ti, quiere que su deseo vuele sin alas».[26]En el Rosario, mientras suplicamos a María, templo del Espíritu Santo (cf. Lc 1, 35), Ella intercede por nosotros ante el Padre que la ha llenado de gracia y ante el Hijo nacido de su seno, rogando con nosotros y por nosotros”. (RVM n16)

Sigue la Súplica a la Virgen de la Revelación