Segundo día: Novena al Sagrado Corazón de Jesús

Corazón de Jesús, de majestad infinita

La infinita Majestad de Dios se oculta en el Corazón humano del Hijo de María.

Este Corazón es nuestra Alianza. Este Corazón es la máxima cercanía de Dios con relación a los corazones humanos y a la historia humana. Este Corazón es la maravillosa "Condescendencia" de Dios: el Corazón humano que late con la vida divina: la vida divina que late en el corazón humano. En la Santísima Eucaristía descubrimos con el "sentido de la fe" el mismo Corazón, el Corazón de Majestad infinita, que continúa latiendo con el amor humano de Cristo, Dios-Hombre. (Papa San Juan Pablo II, Ángelus del 16 de junio de 1985)

El Señor Jesús nos reveló el amor gratuito y universal del Padre. De su corazón traspasado surgió la fuente de toda gracia y bendición.

Dirijamos con confianza nuestras oraciones al Sacro Corazón de Jesús y digamos:

Señor Jesús, manso y humilde de corazón, haz mi corazón semejante al tuyo

 

 

Oh, Jesús, que quisiste ser traspasado por la lanza para que de tu corazón abierto, al brotar el agua y la sangre, naciera tu esposa la Iglesia,

-haz que esta Iglesia sea siempre santa e inmaculada.

Gloria al Padre.

Señor Jesús, manso y humilde de corazón, haz mi corazón semejante al tuyo

Jesús, rey y centro de todos los corazones, que con amor eterno nos amas y nos atraes con misericordia,
-renueva tu alianza con todos los hombres.

Gloria al Padre.

Señor Jesús, manso y humilde de corazón, haz mi corazón semejante al tuyo

Jesús, Señor nuestro, en quien habita corporalmente toda la plenitud de la divinidad,
-haz que participemos de tu naturaleza divina.

Gloria al Padre.

Señor Jesús, manso y humilde de corazón, haz mi corazón semejante al tuyo

Jesús, único maestro, en quien están escondidos todos los tesoros de la sabiduría y del conocimiento,
-danos, mediante la Iglesia, el conocimiento de la multiforme sabiduría de Dios.

Gloria al Padre.

Señor Jesús, manso y humilde de corazón, haz mi corazón semejante al tuyo

Jesús, Hijo de Dios, en quien el Padre se complace,
-enséñanos a escuchar con perseverancia tu palabra.

Gloria al Padre.

Señor Jesús, manso y humilde de corazón, haz mi corazón semejante al tuyo

Jesús, hermano nuestro, de cuya plenitud todos hemos recibido,
-concédenos la abundancia de tu gracia y de tu verdad.

Gloria al Padre.

Señor Jesús, manso y humilde de corazón, haz mi corazón semejante al tuyo

Jesús, salvador nuestro, fuente de vida y de santidad,
-haz que seamos santos e irreprochables por el amor.

Gloria al Padre.

Señor Jesús, manso y humilde de corazón, haz mi corazón semejante al tuyo

Oración

Te pedimos, Dios todopoderoso y eterno, que, al celebrar la grandeza del amor que resplandece en el corazón de tu Hijo, recibamos de esta fuente divina gracias cada vez más abundantes. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo. Amén.