no me elegisteis vosotros a mí, sino que yo os elegí a vosotros
(Jn 15,16)
La vocación es un misterio de amor que nace en el corazón mismo de Dios. Es una invitación personal y única que el Señor dirige a cada uno de nosotros, llamándonos a participar en su plan de salvación. Responder a esta llamada significa acoger con alegría y generosidad el plan que Dios ha concebido para nosotros desde la eternidad.


el sí de maría
María es el modelo perfecto para toda vocación. Nos enseña a aceptar la llamada de Dios con confianza y apertura. Con su «Fiat», la eternidad irrumpió en el tiempo y Dios se hizo hombre en Jesús.
También nosotros, en nuestras vidas, estamos llamados a decir «sí», no solo en las grandes decisiones, sino cada día. De ese «sí» cotidiano nace el gran «sí» de nuestras vidas.
Un sí que nos abre a la voluntad de Dios, nos moldea, nos da una vida nueva llena de esperanza y alegría, capaz de afrontar los desafíos que la vida nos presenta. No perdemos nada, lo recibimos todo.
escuchar
Dios habla en silencio. Quienes buscan su voz deben aprender primero a escuchar. A orar. A interpretar las señales. A dejarse guiar. Como María,
que guardaba todas estas cosas, meditándolas en su corazón
(Lc 2,19).
Discernir no es solo saber qué hacer, sino reconocer a Aquel que llama. Es dejarse guiar, a veces incluso sin saber adónde. Es un camino de confianza.


vivir consagradas
Ser Misioneras de la Divina Revelación es responder a la invitación de la Virgen: «Sean misioneros de la Palabra de la Verdad».
Es entregarse por completo. La vocación de las personas consagradas es, ante todo, vivir totalmente para el Señor, para que Dios sea todo en todos.
donarse
Quien se consagra no renuncia. Se entrega. No se cierra, sino que se abre. No pierde, sino se dona.
Una vida entregada es una vida plena. Enteramente ofrecida a Dios, enteramente devuelta a la humanidad. Es una respuesta de amor que se hace fecunda, concreta y luminosa.
Lo hemos dejado todo, menos el amor.

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Si sientes una llamada en tu corazón, no la ignores. Detente. Escucha. Quizás sea Dios quien te busca.
Escríbenos. Hablemos. Caminemos juntos.
información
Puedes contactar con Madre Rebecca Nazzaro, responsable de orientación vocacional, en m.rebeccavoc@divinarivelazione.org