A medida que se acerca el 31 de octubre vemos pequeños demonios, brujas, esqueletos, linternas de calabaza y cosas por el estilo llenando las tiendas. A algunos les parece `diversión dañina’, a otros, un `ejercicio comercial’, pero ¿cuál debería ser la visión Católica sobre las festividades de Halloween?
Se cree que Halloween tiene su origen en el Festival Celta del Sambain, el cual se celebraba el 31 de octubre, en lo que era la víspera del año nuevo. En esta noche la separación entre la tierra de los muertos y la de los vivos se desdibujó y los espíritus malignos podían vagar por el mundo maldiciendo cosechas y tomando almas. El único remedio era vestirse como un espíritu para evitar ser atrapado por ellos. La celebración de Halloween, por lo tanto, tiene sus raíces en una celebración del ocultismo. El mundo del ocultismo define la fiesta como ‘‘el día más mágico del año….la fiesta más importante para los seguidores de Satanás’’.
La práctica de las linternas de calabaza también evoca el ocultismo, ya que nos recuerda la leyenda del malvado herrero Jack, quien hizo un pacto por su alma con el demonio y en su muerte no encontró paz, por lo que colocó una linterna a la puerta de los condenados y la usó para vagar por el mundo vivo. Del mismo modo, el juego del “truco o trato” evoca una leyenda Celta similar, que cuenta como el emperador Celta iba de casa en casa en busca de ofrendas para los dioses paganos. Si el hogar cumplía, los dejaban tranquilos, si no, sin embargo, recibían una `maldición’ o un `truco’ para usar las palabras del juego de hoy.
Ahora bien, estas festividades no parecen ser la ‘‘diversión inofensiva’’ representada en las tiendas que venden estos artículos!
¿Cuál es la visión Cristiana de las festividades?
En el año 840 d.C., el Papa Gregorio IV trasladó la fiesta de Todos los Santos de Mayo al 1 de Noviembre para enfatizar la creencia Cristiana en los santos y la victoria de Cristo sobre el mal. La víspera de la fiesta se llamaba ‘‘All Hallows Eve’’, que significa la víspera de Todos los Santos. Los Cristianos celebran la fiesta luminosa de Todos los Santos, los paganos celebran ‘‘Halloween’’! La Iglesia ha querido recordar a todos que Cristo ha ganado la batalla por la humanidad sobre el maligno, celebrando la vida de los santos que ahora viven en la “luz” con Cristo.
¿Qué tiene de malo Halloween?
A la luz de la creencia Cristiana, es fácil identificar una serie de elementos en esta celebración que son incompatibles con nuestra fe en Cristo y su enseñanza.
Halloween da honor o celebración a los demonios y, por lo tanto, al malvado, lo cual está explícitamente en contra del primer mandamiento:
‘‘No tendrás otros dioses delante de mí’’ (Dt 5:7)
Esta es una fiesta que tiene sus raíces en prácticas ocultas. Participar, ‘sólo por diversión’, reduce nuestra capacidad de discernir el mal inherente en este tipo de actividad. Los niños pensarán que los diablos, demonios y espíritus son cosas ‘‘fascinantes’’ que no son malas en sí mismas, pudiendo quedar expuestos, por ende, al mal.
‘‘Truco o trato’’ es contrario al mensaje de Cristo de amor al prójimo! Si traducimos el juego de “trick or treat” en sus efectos, básicamente dice que debes darme algo bonito, aunque no me conozcas, ¡o te haré algo malo! Esto es contrario al mandamiento de Dios de ‘amar a tu prójimo como a ti mismo’ (Mc 12, 31).
¿Qué modelos queremos para nuestros hijos? ¿Tenemos el deseo de que nuestros hijos aspiren a ser “demonios”, o deseamos que busquen imitar a Cristo y sean ‘‘santos porque yo soy santo” (Lv 11, 44)? Si la santidad es nuestro deseo, entonces debemos imitar a los santos y no a los demonios ni a los poderes del maligno.
Cómo celebrar la Fiesta de ‘‘All Hallows Eve’’ – la Víspera de Todos los Santos
Aquí hay algunas prácticas que ayudarán a un Cristiano a celebrar la fiesta de la Víspera de Todos los Santos!
¡Celebra a los santos! No te vistas como demonios, vístete como los santos e intercambia historias sobre sus vidas y lo que hicieron para seguir la luz del mundo, ¡Cristo!
¡Reparación! En esta noche miles de personas ofenderán al Señor, hasta sin darse cuenta, que nos ama tanto y que murió para librarnos del maligno! Por lo tanto, visita una Iglesia Católica para decirle al Señor que crees en Él, único Dios verdadero, y para agradecerle por venir al mundo para liberarnos de los poderes de las tinieblas.
¡Haz oír tu voz! Díselo a todos tus amigos para que puedan pensar en este festival con la mente de la Iglesia! Al menos hazlos conscientes sobre los significados más profundos de las fiestas en las que participan.
Dios nos Bendiga
Y la Virgen nos Proteja