Novena por la Asunción de la Virgen María – Segundo Día

 

Desde la antigüedad, tanto en Oriente como en Occidente, los fieles creían en la asunción de la Santísima Virgen María y la Iglesia celebraba como fiesta la dormición (el sueño)de María. Por ejemplo, el papa Adrián I escribió estas palabras al emperador Carlomagno: « «Digna de veneración es para Nos, ¡oh Señor!, la festividad de este día en que la santa Madre de Dios sufrió la muerte temporal, pero no pudo ser humillada por los vínculos de la muerte Aquella que engendró a tu Hijo, Nuestro Señor, encarnado en ella» (cfr. Papa Pio XII, Const. apost. Munificentissimus Deus, 1 de noviembre de 1950).

Oh Virgen amable, que siempre has sido un consuelo para los Santos Apóstoles, dignate consolarnos en nuestras tribulaciones, y especialmente en la agonía y en la hora de la muerte.
Ave María.

Preghiamo.
Dios todopoderoso y eterno, que has elevado en cuerpo y alma a los cielos
a la inmaculada Virgen María, Madre de tu Hijo, concédenos, te rogamos,
que aspirando siempre a las realidades divinas lleguemos a participar con ella
de su misma gloria en el cielo. Por nuestro Señor Jesucristo.
Amen.