Nuestra Fe, está Escrita en Piedra

nostra-fede-1En el corazón de la colección Pío Clementina de los Museos Vaticanos esta conservado el famoso sarcófago conocido como “el sarcófago dogmático”, o simplemente el “dogmático”. Es la obra maestra de la primera escultura cristiana realizada en Roma aproximadamente en el 325-340 d.c.

Cada parte del monumento fúnebre da testimonio de la Fe que todavía hoy profesamos.

Fue esculpido poco después del primer Concilio Eucuménico de la Iglesia celebrado en Nicea (325 d.c.), el sarcófago da testimonio del dogma central que surgió en el Concilio y que fue expresado en el Credo Niceo-Constantinopolitano: la Santísima Trinidad. Una verdad de fe que nos fue revelada por Cristo según la cual Dios es Uno solo en tres personas: Padre, Hijo y Espíritu Santo.

La primera imagen del Sarcófago Dogmático es una de las más antiguas y más importantes representaciones iconográficas de la Santísima Trinidad.
La Santísima Trinidad “Un solo Dios en tres personas: Padre, Hijo y Espiritu Santo” (Comp. 48), está representada por tres figuras masculinas con la misma cara para expresar que son “de la misma sustancia”. Dios Padre, el Omnipotens Sempiterne Deus, está esculpido en un trono y su mano derecha a través de la cual el Padre crea, toca al Hijo por medio del cual han sido creadas todas las cosas (Col 1,16). El Hijo está representado en el acto de la creación de Eva, mientras que el Espíritu Santo es la figura que se encuentra detrás del trono de Dios Padre.

Este modelo de representación de la Santísima Trinidad en tres figuras masculinas idénticas, que como hemos constatado tiene sus raíces en la antiguedad y ha sido utilidzado a través de los siglos por muchas generaciones de artistas.

En 1823 la Basílica original de nostra-fede-2San Pablo fue destruida por un incendio y en esta ocasión fue encontrado cerca de la tumba de San Pablo el sarcófago dogmático casi intacto.
Esta obra representa un testimonio silencioso de la fe esculpida en la piedra.
La cercanía a la tumba de Pablo y la alta calidad del monumento nos sugieren que pertenecia a una persona importante. Una hipótesis es que el sarcófago pertenecía a uno de los legados que representaban el Papa Silvestre I en el Concilio de Nicea.

Hoy, el sarcófago dogmático mantiene todavía un mensaje importante para los Cristianos del tercer milenio.
¿Alguna véz se han preguntado si la fe que hoy prefesamos es la misma que profesaban los primeros cristianos?.
Las primeras Comunidades Cristianas de Roma conocían los existos del primer Concilio Ecumenico de Nicea y en este sarcófago tenemos un pleno testimonio. Esto comprueba que el ‘depositum fidei’ se ha mantenído sin cambios durante los siglos. Hoy, de hecho, creemos en aquello que Cristo ha enseñado y en aquello que los Apóstoles testimoniaron y en aquello que los antiguos cristianos creian.
Está escrito en las piedras antiguas.