Si elígo la vida religiosa, mis papás moriran de dolor. ¿Cómo puedo decir Si a la llamada?

1. Si elígo la vida religiosa, mis papás moriran de dolor. ¿Cómo puedo decir Si a la llamada?

Para ti que no te atréves a decir Si

Sé que no es fácil y que el corazón “sangra” al dejar a la familia enseguida, el enemigo pone en nuestros pensamientos que somos la causa de tanto dolor para ellos … los pensamientos que vienen son tantos, aunque humanamente justos, pero la llamada que el Señor nos hace es de una vocación fundada en la Fe, estos son pensamientos Sobrenaturales. Esto es un ¡salto de Fe! El Señor nos llama a pensar a “lo grande”, sin límites, ni siquiera familiares; de frente a la llamada del Señor desaparece nuestro pequeño mundo, porque el Señor nos da como familia, el mundo entero, nos llama para amar a cada persona con su mismo Corazón, así como Él las ama.

Debes ser fuerte y valiente; tener tanta Fe en el Señor, segura que Él te toma y cuida de ti, de tu familia, de tus padres. En un libro que se títula “La paz del corazón” de Jacques Philippe he leído éste pensamiento que espero te pueda ayudar en este momento: Dios es Siempre Fiel, no nos abandona, pero nosotros en nuestra debilidad humana dudamos de confiar en Él, porque, antes de creer, queremos “ver”, experimentar su Fidelidad.

En vez de experimentar este sosten de Dios, primero debemos “creer”, es la misma situación del paracaídista: hasta que no se aviente al vacío no podra sentir las cuerdas que lo sostienen. Primero necesita “saltar”, después se sentirá “sujetado”. Si esto se hace en una actividad humana, ¿Por qué no hacerlo con Dios? Los seres humanos se avientan hacia el vacío confiando en un artefacto humano, como lo es el paracaídas y nosotros ¿por qué no confiar en Dios, sabiendo que cuando hagamos el gran salto de Fe, no saltamos hacia un vacío, antes bien, hacia las propias manos del Creador.

Queridísima, “salta” y verás que Dios mismo te tomará, te llevará a lo alto, siempre hacia Él y contigo llevas a tu Familia, tus amistades y a todas aquellas personas que esperan que saltes para que les lleves hacia Dios.

La vocación no es un acto personal de nosotros con Dios, si no un acto “universal”; ya que tantas almas esperan nuestro “SI”. Recuerda siempre no dejarte intimidar. Debes saber que el maligno te aconsejará alejarte de esta vocación, pues esa es su profesion! Tu que ahora conoces su juego malvado, no debes caer en sus trampas. Resiste, confía en Jesucristo y encomiendate a la Santísma Virgen María. Reza mucho y decidete a saltar! No pierdas más tiempo!